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Los productos de belleza que más contaminan los océanos

Córdoba Ver. Miércoles 11 de Noviembre de 2015

Diana Laura Juárez Villegas

Por: Diana Laura Juárez Villegas

Un nuevo estudio ha descubierto la mejor forma de proteger la fauna marina y calidad del agua en el futuro: prohibiendo la utilización de microperlas en los productos de cuidado personal.

Los productos de belleza que más contaminan los océanos
Los productos de belleza que más contaminan los océanos

Quizás no te des cuenta, pero ahora un gran número de pastas de dientes, jabones y exfoliantes faciales en los supermercados están llenos de estás pequeños perlas de plástico, la cuales terminan en nuestros lagos, ríos y océanos.

Los investigadores, de la Universidad Estatal de Oregón y la Universidad de California, afirman que, estamos enfrentando una crisis de plástico y ni siquiera nos hemos dado cuenta. El problema con las microperlas es que las plantas de tratamiento de agua no consiguen manejarlas (debido a que son muy pequeñas) y la cantidad general de contaminación que producen es inmensa, además de que son muy duraderas.

Incluso utilizando una metodología conservadora, los investigadores estimas que 8 billones de microperlas son liberadas a las vías acuáticas diariamente, sólo en E.U.A., lo suficiente para cubrir más de 300 canchas de tenis.

El reporte afirma que el plástico es un problema para nuestros océanos, pero estas perlas son particularmente dañinas debido a que literalmente están diseñadas para irse por el caño, donde posteriormente terminan siendo ingeridas por animales acuáticos.

La peor parte es que existen muchas alternativas exfoliantes que podrían ser utilizadas en vez de los plásticos, que resultan no toxicas y biodegradables. Y ésta es la razón por la cual el análisis muestra que prohibirlas sería un método efectivo para proteger nuestros océanos.

Los resultados, publicados en el diario Environmental Science and Technology, aseguran que la probabilidad de riesgo de contaminación por las microperlas es alta, mientras que la solución al problema es simple: prohibir su utilización.

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